Unos vienen, otros se van.
A veces, paseando por la calle, me cruzo con personas mayores y no puedo dejar de pensar en mis abuelos, en todos los buenos momentos que pasé con ellos. También recuerdo lo felices que vivieron y pienso ¿cómo será nuestra vejez? En fin, les echo de menos.
Dedicada a nuestros mayores, que lucharon para que las generaciones venideras tuvieran un mundo mejor, aunque no sé si hemos captado bien el mensaje.
Un saludo desenfocado.
Estimado Miguel Ángel,
ResponderEliminarSegún pasan los años, nos vamos dando cuenta de lo importantes que son aquellos pequeños momentos, que guardados en la memoria, nos permiten recordar cuánto amor albergaban nuestros mayores por nosotros.
Hay que disfrutar cada instante que vivimos. Si algo está claro es que el tiempo es fugaz... como nuestra vida (te recomiendo que leas el último libro de Julio Llamazares, "Las lagrimas de San Lorenzo"), como las estrellas del firmamento.
Abrazos ligeramente desenfocados