EL BAILARÍN
Lo lleva en la sangre y lo transmite, menos los nervios de la espera.
Es la mitad de un paso, la mitad de un giro, la mitad de un desprecio porque es simplemente un tango.
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| LUIS PABLO SOISA. SALA GALILEO. |
Lo lleva en la sangre y lo transmite, menos los nervios de la espera.
Es la mitad de un paso, la mitad de un giro, la mitad de un desprecio porque es simplemente un tango.
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